Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo
 
El siguiente trabajo tiene como objeto describir las condiciones de trabajo y los riesgos a los cuales se encuentran expuestos los tra-bajadores no docentes del agrupamiento mantenimiento y produ-cción de la Universidad Nacional de La Plata.
Para esto durante los meses de octubre y noviembre del año 2008 realizamos una investigación, la cual alcanzó a cerca del 20%[1] de los trabajadores no docentes de planta permanente que prestan funciones en las facultades y/o dependencias que la UNLP tiene dentro del casco urbano de la ciudad de La Plata o en sus zonas aledañas.[2]
 
Como producto de dicho trabajo pudimos arribar a una serie de datos, los cuales describiremos en 4 dimenciones:
 
1.      La constitutiva de dicho colectivo de trabajadores
2.     La relacionada con la percepción que tienen los traba-jadores acerca de los accidentes y enfermedades laborales
3.     La relacionada con el rol de la UNLP
4.     La relacionada con el rol jugado por el sindicato, dele-gad@s, comisiones internas y consejer@s academi-c@s
  
1.      Dimención constitutiva:
 
Dicho colectivo de trabajadores se caracteriza por estar compuesto por un conjunto de sujetos poseedores de una especialización relacionada con un oficio en particular.
Por otro lado tiene una composición mayoritariamente masculina (95%), a diferencia de otros agrupamientos donde la composición es más equitativa, como se da en los agrupamientos administrativos y de servicios generales, o incluso inversa, como es el caso de los profesionales.
Con relación a la edad de quienes componen este colectivo, va desde los 22 a los 66 años, arrojando un promedio de 42 años y una antigüedad promedio de 10 años, variando esta según se trate de las categorías más altas (B-03 y B-04) o de las más bajas (B-05, B-06 y B-07).
 
Estos mismos datos diferenciados por cuotas ofrecen el siguiente panorama: en las categorías más altas (B-03 y B-04) se observa un promedio de edad de 47 años, cinco años y medio por encima de la media general, y con una antigüedad promedio de 15,5 años en la ocupa-ción/actividad. 
En las categorías más bajas (B-05, B-06 y B-07), el promedio de edad desciende a una cifra cercana a los 39 años, y con una antigüedad promedio tres veces menor (5 años) que el promedio de antigüedad de los compañeros que revistan con altas categorías.
 
El oficio más frecuente dentro de dicho agrupamiento es el de electricista, que concentra cerca del 20% de los trabajadores, seguido por los que se encuadran detrás del difuso rotulo de mantenimiento (12,5%) entendiéndose por el mismo “aquellos compañeros que cumplen especialidades varias”, el de plomero (otro 12.5%), albañilherrero (ambos con 7,5%), mientras que el resto de los trabajadores se encuadran dentro de una serie de oficios por demás heterogéneos.
 
          
A partir de conocer algunos elementos más constitutivos de dicho colectivo, nos interesó conocer las visiones que los mismos tienen sobre las condiciones laborales a las cuales se encuentran sometidos, así como también los riesgos de enfermedades y accidentes laborales que en dicho sector se habían dado o potencialmente podrían producirse.

 
2.    Dimención relacionada con la percepción que los trabajadores tienen acerca de los accidentes y enfermedades laborales
 
En principio nos pareció importante señalar que de la muestra elaborada el 28.9 % de los trabajadores afirmó que ellos mismos o algunos de sus compañeros de agrupamiento se habían accidentado yendo o viniendo del trabajo.
 
Ante la pregunta de si había existido algún compañero de su agrupamiento que haya tenido algún accidente laborar o haya sido victima de alguna enfermedad vinculada o causada por el trabajo los mismos respondieron:
 
Con relación a los accidentes laborales el 43,6% de los trabajadores entrevistados manifestó que en su lugar de trabajo habían ocurrido accidentes laborales, a la vez que el 58,8% respondió afirmativamente a la pregunta ¿Ha sido usted victima de un accidente de trabajo?. De estos un 11,8% afirmó que sufría una invalidez permanente a causa de dicho accidente.
 
Con relación a las enfermedades laborales, el 15,4% de los trabajadores entrevistados manifestó que algún compañero de su agrupamiento había sido victima de una enfermedad vinculada o causada por el trabajo, y en la misma proporción manifestó haber sido victima él mismo de una enfermedad causada o vinculada con el trabajo, dentro de las cuales se encontrarían desde afecciones pulmonares causadas por los solventes hasta canceres de piel.  
 
 
Con estos datos lo que podemos afirmar que el riesgo de los trabajadores de dicho agrupamiento a sufrir accidentes y/o enfermedades laborales es algo palpable. Sin embargo cuando le consultamos a los trabajadores que se habían accidentado si dichos accidentes podría haberse evitados, 3 de cada 4 nos respondió manifestó que sí.
Por lo que tanto decidimos investigar sobre las medidas que tomaba la UNLP para evitar estos accidentes y enfermedades. Arribando a  los siguientes datos, los cuales aunque provisorios, sumamente representativos de los resguardos que toma la UNLP sobre las condiciones y medio-ambiente de trabajo de sus empleados.

 
3.      Dimención relacionada con los recaudos que toma la UNLP para mejorar las condiciones de trabajo y medio ambiente de sus trabajadores
 
De la totalidad de los trabajadores entrevistados, solo el 35,9% de los mismos conocían que en la unidad académica donde prestan funciones “exista una comisión de higiene y seguridad”. Al ser consultados si habían elegido a alguno de sus integrantes, la totalidad de los entrevistados manifestó que en ningún momento eligió a sus integrantes, respuesta más que interesante si se tiene en cuenta que la salud de los mismos dependerá en muchos casos del trabajo que realicen dichas comisiones.
 
De este 38,5% que conocía la existencia de las comisiones también nos interesó conocer su visión sobre sí las personas que las integran recorren o verifican habitualmente los lugares de trabajo. En este sentido sólo el 42,9% reconoció que las mismas hagan ese trabajo, lo cual, llevado a la totalidad de los trabajadores entrevistados y no sólo a los que contestaron que conocían las comisiones de seguridad e higiene, nos da como resultado que sólo el 15,4% de los trabajadores ha visto recorrer o verificar el lugar donde el trabajador cumple sus funciones a la comisión de seguridad e higiene.
 
Evidentemente esto encontrara estrecha relación con la brecha que hay entre las necesidades de los trabajadores y la provisión realizada por las unidades académicas, variando claro esta según el lugar donde presten funciones. Según los trabajadores entrevistados sólo el 26,3% de las unidades académicas proveyó de protectores auditivos a sus trabajadores (aunque el 43,6% de los trabajadores manifieste que debe soportar ruidos molestos y el 38.5% opine que le afectará a su salud auditiva), sólo el 53% proveyó de lentes y sólo 39,5% proveyó de botas.
 
Ante la pregunta de si el trabajador utilizaba equipos de protección individual, incluida la ropa necesaria, el 33,3% manifestó que no. De estos un 30,8% debido a que no se lo suministraron y un 7,7% porque eran inadecuados.
 
Cuando les consultamos si contaban con las herramientas adecuadas y en condiciones de uso para realizar su trabajo, el 38,5% de los trabajadores respondió que no, entendiendo a estos como factores de los que depende la mayor o menor incidencia de accidentes entre los trabajadores.
 
Otro de los aspectos que nos pareció importante relevar era los ámbitos en los cuales llevan adelante sus funciones los trabajadores. 

El 56,7% de los que trabajan al aire libre manifiesta no contar con los elementos necesarios para protegerse de la intemperie, mientras que entre quienes lo hacen en lugares cerrados el 40% manifestó que el espacio que tiene para realizar sus tareas es inadecuado. De estos:
 
·        53.8 % tiene una ventilación inadecuada
·        38.5 % tiene una iluminación inadecuada
 
Es importante resaltar que el 35,9% de los trabajadores manifestó que el espacio donde el mismo trabaja cotidianamente cuenta con poco espacio para moverse, dato por demás llamativo si se tienen en cuenta los 20.000 metros cuadrados construidos por la gestión Aspiazu entre el 2004 y 2008. A la vez que un significativo 38,5% de los entrevistados nos manifestó la falta de señales de seguridad y un 23,1% la falta de salidas de emergencia.
 
 
Por último quisimos ver como incidía en las condiciones de seguridad e higiene de los trabajadores el que estos estén o no agremiados, que haya o no delegad@s en el ámbito laboral, así como también comisiones internas y consejer@ academic@.

 
4.     Dimención relacionada con el rol jugado por el sindicato, delegad@s, comisiones internas y conse-jer@s academic@s
 
Lo primero que hicimos fue consultarle a los trabajadores si existía en el establecimiento alguna instancia de parti-cipación para intervenir en el mejoramiento de las condiciones de seguridad e higiene de los trabajadores. Ante esta consulta sólo el 33% de los entrevistados respondió afirmativamente. Sin embargo de estos en el 50% de los casos dicha instancia quedaba supeditada a charlas informales o auto controles de los ritmos de trabajo, mientras que si podia llegar a ver un riesgo grave se apelaba al sindicato
 
En este sentido es por demás significativo que el 76,9% de los trabajadores entrevistados se encuentre agremiado, convirtiéndolo probablemente en el agrupamiento de mayor nivel de agremiación.
Lamentablemente cuando preguntamos a los trabajadores si su gremio trabajaba estas temáticas, solo un 25% nos respondió afirmativamente.
 
Cuando consultamos sobre si había delegado en la dependencia o facultad donde desempeñaba sus funciones el trabajador entrevistado, como forma de ver si este factor también incidía en las condiciones de seguridad e higiene de los trabajadores en tanto que el/la delegad@ trabajaría en el mismo ámbito laboral, el 84,6% de los trabajadores nos manifestó que efectivamente contaba con delegad@/s: Sin embargo cuando le preguntamos si los mismos trataban esta temáticas, sólo el 42,3% de los trabajadores respondió afirmativamente.
 
Cuándo consultamos sobre si existía una comisión interna en la dependencia o facultad donde trabaja el entrevistado, de forma de ver si esto incidía en las condiciones de seguridad e higiene de los trabajadores, sólo el 19,4% de los trabajadores nos manifestó que existía en el lugar donde trabajaba. Cuando le preguntamos si trataban estas temáticas, el 83,3% nos respondió afirmativamente.
 
Por último, consultamos sobre si los trabajadores tenían representantes en el consejo académico de su facultad, a la vez que si sabia que trataran estas temáticas. Sólo el 25% de los trabajadores nos respondió conocer la existencia de dichos representantes, de los cuales sólo el 28,6% manifestó que si se tratan estas temáticas.
 
 
 
 
 
                            El Frente (15/4/09) 
 
 
 
 

[1] Para este trabajo fueron utilizadas 39 entrevistas, ya que fueron excluidos los precarizados y los directores.
[2] Se excluyeron los trabajadores de Santa Catalina, Inchausti y Samay Huasi de dicho agrupamiento por falta de recursos.
 
Después de 91 los no docentes tenemos voz y voto
 
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