El 12 de agosto la legislatura nuequina aprobó por mayoría la expropiación definitiva de la antigua fábrica Zanón hoy FASINPAT (Fábrica Sin Patrones). Con gran algarabía fue recibido este momento por los trabajadores neuquinos en general y así lo reflejan todos los medios locales y nacionales: “Neuquén  La jornada histórica que vivieron ayer los trabajadores de Neuquén comenzó a las 16 cuando los obreros de Fasinpat llegaron al Monumento a San Martín luego de una asamblea en la fábrica. En la Avenida Argentina los esperaban representantes de los sindicatos estatales, agrupaciones sociales, estudiantiles y políticas, quienes no faltaron en el último tramo de su lucha.

La bandera de Carlos Fuentealba fue la que encabezó la columna de trabajadores que caminó a puro canto hasta la Legislatura provincial. Un camión con sonido animaba la manifestación. Al lado de los referentes de la ex Zanon estuvieron las Madres de Plaza de Mayo, Inés Ragni y Lolín Rigoni, la viuda de Fuentealba, Sandra Rodríguez, los dirigentes de ATEN, ATE y SEJUN, los abogados del CEPRODH, los representantes de la Federación Mapuche y una larga hilera de militantes sociales.”

Los trabajadores no docentes de la UNLP también pusimos nuestro grano de arena a través de nuestras organizaciones  

En el año 99 los obreros recuperan la comisión interna y el sindicato de manos de la burocracia, garante de brutales condiciones de trabajo y constantes despidos y amenazas. En el 2000 la empresa Zanón denuncia dificultades operativas y comerciales y a comienzos del 2001 debe 3 meses de salarios.

Los trabajadores hacen un paro histórico de  34 días y recorren el país buscando solidaridad, llegan así hasta nuestro gremio, en ese entonces bajo la conducción de Juan Santander, y cuentan su lucha en un plenario de delegados donde se vota la solidaridad y el apoyo.

Algunos compañeros que hoy integramos El Frente fuimos fer-vorosos militantes de la causa justa por los compañeros cera-mistas y juntamos plata y alimentos para enviar en cada asamblea realizada, lo que nos valió en muchos casos el enojo y las burlas de otros muchos compañeros que nos decían que eso no tenía nada que ver con nosotros  Sin embargo y porque somos concientes de que cualquier paso adelante de un sector del movimiento obrero es un paso adelante para el conjunto, en agosto del 2001 logramos conformar una delegación de 6 compañeros para viajar a un encuentro a Neuquen entre los que se encontraban 2 miembros de la comisión directiva de Atulp, llevando nuestra solidaridad a un encuentro que se realizó fuera de la fábrica porque el gas y la luz estaban cortados, fue muy emotivo ver la fuerza que tenían esos trabajadores que comenzaban a hacer historia y hoy ya son parte de la tradición de lucha del movimiento obrero argentino.

Desde El Frente nos sentimos orgullosos de haber nacido como agrupación casi en simultaneo con los pasos dados por estos heroicos obreros sureños que supieron mantener en alto sus banderas, sin claudicar, sin venderse, apoyándose en los trabajadores no sólo de su propio sector sino en el conjunto de los trabajadores y el pueblo neuquino, del país y del mundo, ya que en los momentos de mayor flaqueza económica aportes enviados por obreros de todo el mundo les ayudaron a seguir adelante.

Cuantas lecciones tenemos que sacar de todo esto si dejamos un poco de lado nuestro mirar corto y acotado a lo que nos pasa y a decir que me importa lo que le pasa al de al lado. Todos los trabajadores tenemos que comenzar a reconocernos como clase, como un sector social que puede y debe ir mucho mas allá de conseguir un pequeño aumento de salario que luego la inflación se come rápidamente. Podemos y debemos pelear por recuperar las mejores conquistas que nos fueron arrancadas, el 82% móvil para todos, mejores condiciones de trabajo, incorporando la solidaridad hacia el conjunto de los trabajadores, como en la actualidad es el caso del Suteba de La Plata en lucha contra el escandaloso fraude de Baradel recuperando la vieja tradición del ATULP de los 70s.  Pero esto será insuficiente si no va acompañado de una profunda discusión  sobre que tipo de Universidad necesita nuestro pueblo, que no sea un antro para beneficiar a las grandes empresas donde funcionarios y burócratas se enriquecen y  los futuros economistas y presidentes hacen sus primeras armas.

Estamos contentos y emocionados como seguramente muchos trabajadores del sector que han seguido esta gesta obrera y que la reivindican como posible -cuestión doblemente importante en momentos donde la crisis económica internacional en curso presagia nuevamente despidos, cierres de fabricas y ataques a los trabajadores-, a estos compañeros les decimos que Sí Se Puede, como lo han demostrado los obreros con su ejemplo. Tenemos que comenzar a organizarnos para recuperar, como los cera-mistas en su momento, los mecanismos democráticos de funciona-miento de nuestra organización gremial, única forma de comenzar a trabajar en función de las necesidades de los compañeros y no de las autoridades de turno. Este debe ser el primer paso que nos permitirá recomponer fuerzas y sumarnos a otros trabajadores para coordinar y comenzar a discutir salidas políticas propias a las variantes que nos imponen los gobiernos queriendo hacer que la crisis la paguemos siempre los trabajadores, mientras los que se enriquecieron todo este tiempo lo sigan haciendo. Porque como dijo el secretario adjunto Raúl Godoy en el acto de festejo ante la expropiación de Zanón “Esta fábrica que no sólo produce cerámicos, sino que ha producido hombres libres, que ha producido un proyecto, que ha producido desde este pequeño ejemplo, este grano de arena que aportamos desde la Patagonia, para miles de compañeros y compañeras en todo el mundo, que es lo que somos capaces de hacer los obreros. Los que movemos el mundo lo podemos parar, pero lo podemos volver a reconstruir sobre otras bases, no sobre la base de la explotación. Para beneficio del conjunto de la humanidad y no para el beneficio de unos pocos.”