“El sistema de vivienda de Kirchner se desinfló totalmente”

“Felicitaciones Jorge, por el proyecto”, le dice un colega mientras él camina con el maletín al hombro por las galerías de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Minutos antes Jorge Lombardi había recibido a Hoy en su oficina de la Unidad de Investigación N° 3, del Instituto de Estudios del Hábitat (Idehab). La institución depende de esa unidad académica y fue creada durante su gestión como decano de la Facultad, en los años de retorno a la democracia.

Especialista en tecnología y gestión de la vivienda, Lombardi señala que el déficit habitacional en la Argentina supera la tercera parte de la población del país. Y menciona que desde la crisis de 2001 no hay casi créditos para la vivienda de la clase media. “Sólo hay algunos subsidios para los pobres”, advierte.

El destacado arquitecto tiene una larga trayectoria en la UNLP. Fue desde secretario de la Fulp hasta vicerrector. Hoy divide su tiempo entre la docencia, la investigación y la extensión, desde las cuales apunta a una mejor calidad de vida de la población.

De hablar pausado, Lombardi dice que el Plan Federal de Viviendas está prácticamente parado. “Los fondos que eran para el plan se están invirtiendo en Aerolíneas Argentinas. Hablamos del problema de la vivienda, pero salimos a tapar otro agujero con el dinero para las obras”, cuestiona.

-¿Qué estudios realizan en la Unidad de Investigación N° 3? 
-Nuestra línea es sobre tecnología y gestión de la vivienda. Eso incluye, en su aspecto macro, políticas de vivienda y hasta la gestión de la construcción. Particularmente, de la construcción social de la vivienda.

Decimos construcción social de la vivienda y no construcción de viviendas sociales, que es una forma de referirse a los sectores de bajos recursos. En realidad, deberíamos decir de los pobres. 
Buscamos tecnologías que sean más apropiadas, más accesibles para la construcción de la vivienda social. Después de muchos años de investigar y de explorar sobre las gestiones que se hacen desde el Estado y el sector privado, nuestra conclusión es que el problema no es tecnológico sino que es la pobreza. Y en tanto esto no mejore el problema de la vivienda va a seguir existiendo.

Nosotros estamos trabajando en este momento en un modelo de inclusión de la vivienda social en La Plata. Nuestra pro-puesta es crear un modelo de hábitat social incluyendo la vivienda de los sectores pobres en la ciudad.

-¿Tiene algún registro sobre el déficit habitacional en el país? 
-Con el arquitecto Gustavo Cremaschi empezamos a transitar el tema del déficit habitacional en la Argentina a principios de los años '80. En aquel momento, aproximadamente el 33 por ciento de la población tenía déficit. Hoy podemos decir que sigue siendo ese porcentaje o más, depende de cómo se haga una encuesta.

Cuando hablamos de déficit no es que el 33 por ciento de la gente vive en la calle, sino que lo hace en casas que están en mal estado. Inclusive, lo es que una familia de clase media viva en un monoambiente con dos hijos. Aunque habite en un edificio que tenga un portero, gas, electricidad y baño. El déficit supera la tercera parte de la población del país.

Otro aspecto a tener en cuenta es que la vivienda antes tenía una prioridad que ya no la tiene. El consumismo nos lleva a una infinidad de gastos que en otro tiempo hubieran sido un ahorro para la vivienda. Mis padres y tus abuelos no se iban de vacaciones permanentemente. Guardaban y ponían ladrillo sobre ladrillo y hacían ellos la casa con ayuda de un pariente o un vecino.

-Son muchas las familias de clase media que tienen dificultades para acceder a la vivienda propia. 
-Sí. Desde la crisis de 2001 no hay casi créditos para la vivienda de la clase media. Sólo hay algunos subsidios para los pobres. Los alquileres son altos y el costo de la cons-trucción también. ¿Y quién construye para alquilar? Aquel que tiene un determinado capital y necesita ponerlo a resguardo de los eventos económicos tan dispares y frecuentes que se producen en el país. 
Entonces, uno compra un departamento o una casa y lo alquila tratando de obtener una seguridad de ingreso. Porque sabemos que quien deja de trabajar tampoco tiene una jubilación maravillosa para vivir.

En este sistema donde no hay seguridades de inversión ¿qué le vamos a pedir a quien tiene un pequeño capital?, ¿que compre acciones cuando las bolsas se están desplomando?, ¿o que ponga un plazo fijo después de todo lo que pasó? Y, aún después de todo lo que pasó, a lo mejor ahora le dan un 10 o un 12 por ciento de interés y el banco después lo presta a 36, 40 o 50 por ciento.

-¿Qué opina de que se construyan tantas propiedades para alquilar? 
-Qué por suerte hay, porque si no fuera así el Estado tendría un problema muy grande porque tendría que estar haciendo viviendas para todos, no sólo para los sectores a los cuales subsidia. Por suerte todavía hay un mercado privado que invierte en viviendas. Algunos dicen que especula. Yo digo que invierte.

-En los últimos años se han construido muchos edificios en La Plata, sobre todo en el centro y zona norte. Pero los precios son altísimos. ¿Quién puede alquilar o comprar a esos valores? 
-La respuesta es la siguiente: ¿se venden? Si hasta el momento fue un negocio cons-truir es porque sí. Porque hay una ecuación económica que hace que quien invierte en construcción recupera su dinero con una tasa razonable.

Otra forma de contestar la pregunta es la siguiente: la movilidad en la ciudad es mucha. Hay gente que vivió siempre en casas y que se muda a un departamento por razones de seguridad, porque se achicó la familia, o porque les resulta más difícil mantener una casa.

El día que haya más oferta que compradores querrá decir que el mercado se pasó. Hay que ver también otras cosas, por ejemplo, si los permisos fueron bien dados y cómo se aprovechó la oportunidad de cambio de códigos. Algo de eso también hay en la aparición de muchos edificios, pero no soy un especialista para tratar ese tema. De todas maneras, tal como viene pasando en el mundo eso también se va a frenar.

-¿En cuánto tiempo cree que va a ocurrir? 
-En un año y medio o dos. Todo eso se va a frenar.

-¿Cómo ve las políticas de vivienda en el país? 
-Creo que se pueden hacer muchas viviendas más económicas que las que 
construye el Plan Federal que, además, está prácticamente parado. Los fondos que eran para el plan se están invirtiendo en Aerolíneas Argentinas. Hablamos del pro-blema de la vivienda, pero salimos a tapar otro agujero con el dinero para las obras. El sistema que, aparentemente, tenía tantos fondos desde el principio del gobierno de Néstor Kirchner se han desinflado totalmente.

-¿Por qué se invierte en otra cosa cuando se necesita para las viviendas? 
-Porque no hay proyectos para el hábitat a largo plazo. Eso lo debemos a la clase política que no sabe tener políticas de Estado. Cada gobierno instala su proyecto, que es distinto al anterior. 
Kirchner dejó de lado el Fonavi, que es el Fondo Nacional de la Vivienda, a través del que se construía la vivienda social. Creó el Plan Federal de Vivienda con un monto realmente importante, pero de participativo no tiene nada. Y el mayor problema es la falta de tierras.

-¿Ha recibido alguna distinción por sus trabajos de investigación y de extensión? 
-Sí. Hemos recibido algunos. Pero yo considero que cada proyecto que uno aprueba es un premio porque es un reconocimiento y, a la vez, una obligación a seguir trabajando. Eso nos mantiene en forma, siempre avanzando. 
Victoria Verza

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