El miércoles 8 de abril, en la facultad de Ciencias Exactas tuvo lugar una asamblea interclaustros convocada por la mismísima gestión de la facultad a través de su Consejo Académico. El motivo específico y único era el de acumular fuerzas en su puja contra el Rectorado y discutir cómo hacerle pagar la escasa participación que tuvo exactas en el monumental crecimiento que vive la UNLP desde que asumió Aspiazu. Y el reclamo es más que justo. El dinero que repartió la gobierno K en la época de vacas gordas fue utilizado por el tamdem Radical-Peronista de la universidad para comprar voluntades a troche y moche, a la vez que para dejar aislados a sus adversarios políticos mientras se reelegían decanos y rector y se preparaban las futuras reformas del estatuto que para facultades como Exactas implicaría un mas que interesante ingreso de recursos vía contratos a terceros.
Exactas participó sólo tangencialmente en esa repartija debido al histórico posicionamiento opositor de sus autoridades, y ahora que se acerca nuevamente la elección de decanos y rectores pretende posicionarse con una relación de fuerzas mejorada respecto a la que existía en 2007, donde el decano de esta facultad no hizo más que acompañar a los del resto de las facultades a su incursión campestre a 25 de Mayo para reelegir a Aspiazu.
Esto es lo que debería quedar claro: el reclamo de la comunidad de la facultad hacia el rectorado es totalmente justo. Pero el interés de las autoridades de Exactas no es el de terminar con las pésimas condiciones de seguridad edilicia, higiene y falta de espacio que sufren los estudiantes, docentes y trabajadores no docentes de la facultad, sino aprovechar ese reclamo para revalorizarse ante los ojos de la presidencia de la Universidad.
¿Es este un exabrupto mal intencionado de nuestra parte?
Veamos. El año pasado se recindió el contrato a la anterior empresa de limpieza, ganando la licitación una nueva empresa, esta situación que generó un ahorro que anualizado supera los $150.000. ¿Significó esto algún mejoramiento en la inversión en infraestructura? No. Lo único que ocurrió fue que al contratar una nueva empresa de limpieza tercerizada con menor cantidad de horas-hombre, las aulas y lugares de tránsito y trabajo son higienizadas con menos frecuencia y por tanto acumulan más mugre.
A fines del 2007 el vice-decano de exactas arregla con los delegados no-docentes una lista para el pase a planta totalmente distinta a la que había votado una Asamblea no-docente de la facultad hacía ya un año, sin que jamás fuera cuestionada en público por nadie ni revisada en asamblea. En ese pase a planta 12 personas pasaron a ser incorporadas a la planta de la facultad, cerca de un 10% de la planta no docente de Exactas, pero ninguno fue al agrupamiento de mantenimiento. De hecho, en no se cuantos años años la única persona que ha sido incoporada al plantel de mantenimiento fue a costa de reducir personal en uno de los laboratorios que más ha sido afectado por las condiciones edilicias que dicen querer combatir.
Hay que agregar dos cosas aquí. Una es que al pasar a planta el personal que el decanato mantenía con cargos de gestión, ese dinero, si bien en un principio es “cedido” al rectorado para garantizar este pase a planta que le era de interés, luego, al entrar estos trabajadores en el presupuesto para salarios, esa monto para cargos de gestión nuevamente fue liberado. En este sentida uno podria preguntarse si ante la preocupación manifestada por exactas no hubiera sido lógico que este presupuesto fuera utilizado para mejorar las condiciones edilicias, lamentablemente deberemos decir que Tampoco hemos visto que ese ahorro se transformase en nuevas medidas de seguridad que son hoy indispensables en las condiciones en que están los edificios de la facultad.
Lo otro para agregar es que el acuerdo entre las autoridades y los delegados no-docentes de exactas expresado en el pase a planta efectuado contra la voluntad de las asambleas no-docentes de la facultad reunidas para discutir el caso, puede verse continuar otra vez en la asamblea, cuando mientras por un lado los delegados se negaban convocar una asamblea no-docente de la facultad, aún habiéndose presentado un petitorio firmado por 50 compañeros reclamando poder discutir en nuestro claustro las condiciones edilicias y de seguridad e higiene, para llegar a la asamblea interclaustros de la facultad con un posicionamiento discutido y votado.
Por otro lado nuestro representante en el consejo académico, compartía la mesa de dirección de la asamblea con el mismo Decano. Demás está decir que la participación no-docente en esa asamblea fue menos que anecdótica, así como que ningún reproche se escuchó respecto a la responsabilidad que la gestión de la facultad comparte con el rectorado en lo que se discutía.
Lejos de dejarnos arrastrar por las gestiones de turno que oportunamente posan de progresivas para ganar base frente a sus adversarios políticos, el conjunto de los sectores que ponemos el pecho todos los días al sostenimiento de la educación pública, gratuita y de calidad, no-docentes junto a los estudiantes y a los docentes, debemos actuar en conjunto para que la seguridad, la higiene y las condiciones edilicias dejen de ser el teatro de las autoridades y se impongan como una verdadera prioridad, votando una comisión de seguridad independiente con representantes de los claustros votados directamente por los representados y mandatados y revocables por asamblea.
El Frente Exactas
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