Ya el martes 30 los delegados de la Facultad de Exactas reclamaron mediante carta dirigida al Decano que se provea a los trabajadores implicados en la atención al público del material de prevención correspondiente para no exponerlos al contagio de la gripe A sin necesidad. Ese día la Presidencia de la UNLP tomaba medidas para salvaguardar la salud de docentes y estudiantes y dejaba a los no docentes librados a la voluntad de las autoridades de cada facultad y dependencia. Múltiples llamadas a ATULP para pedir respaldo obtuvieron la misma respuesta: “Atenderemos los casos particulares de mayor riesgo, pero no se puede cerrar la Universidad”.

El miércoles tanto las autoridades de Exactas como los no docentes se organizaban para dar forma a esa “omisión” del Rectorado. Y para el momento en que los delegados se reunían con el Decano para presentarle y discutir una carta firmada por los compañeros presentes en la mañana en la que se pedía el cese de las actividades administrativas cuando cesaran las académicas, éste frente a ellos firmaba una resolución discutida previamente con los jefes de departamento y de las áreas. Ante el autismo del Decanato de no sólo resolver sobre la salud de los no docentes en forma inconsulta, sino de ni siquiera recular al conocer su posición, dando como resultado la convocatoria de a una Asamblea de la Facultad al día después, la cual ya a las 8.30 de la mañana votaba por unanimidad que la salud de los trabajadores no docentes y de sus familias, se encontraba por encima de cualquier interés marketinero de las autoridades de la Facultad, y que no se expondría a más compañeros que los que fuera estrictamente necesario, y que esa definición quedaría en decisión de los mismos no docentes de la Facultad pues era nuestra integridad la que estaba en juego. Así le fue comunicado al Decanato en pleno en una nueva reunión ese mediodía y ya el viernes la Facultad sólo funcionaba en las áreas de Contaduría, Personal para un trabajo específico e Intendencia.

Saludamos la determinación de los compañeros de Exactas de poner la salud por sobre los intereses de los mandos de la UNLP y la solidaridad de todos de estar en guardia por si algún no docente era instado a concurrir a trabajar en su perjuicio.