Desde el comienzo del gran desplome bursatil conocido como "Septiembre negro", un antiguo dilema comenzó a rondar nuevamente por los establecimientos laborales. Como era de esperar, llegó también a la mismísima UNLP. Es el viejo dilema de ¿Qué política deben desarrollar los trabajadores en época de crisis?, tal como la que estamos atravesando en este momento. Lo que resulta llamativo, sin embargo, es ver cómo patronales y sindicalistas (ahora "responsables") conciden tan bien en promover, a grandes rasgos, dos únicas posibilidades en las que siempre saldrán perjudicados los trabajadores:   a) Que sean avalados despidos de trabajadores -sean éstos en blanco o precarios - ante la reducción de los recursos existentes.   b) Evitar estos despidos accediendo al chantaje de acordar "solidariamente" el no pedido de aumentos saláriales y/o recomposiciones, aceptando incluso suspensiones como ha sucedido en algunas fabricas en estos meses. Esto mientras los bienes y servicios aumentan, como el colectivo, la luz, el monotributo, ...   Como cualquier simple mortal podrá fácilmente comprobar, sea de una u otra manera las alternativas brindadas a los trabajadores esconden tras de sí salidas que no les son para nada beneficiosas. Si bien este no tendría por qué ser el caso de la UNLP, ya que entre otras cosas -como es de público conocimiento- ésta contaría en su haber con un considerable incremento de presupuesto para el corriente año, no faltará mucho tiempo para que autoridades y/o, nuevamente, "sindicalistas responsables" intenten apelar a estos argumentos "en pos de la defensa del trabajo". Más aún cuando las expectativas de los trabajadores empiezan a chocar con lo que consideran un deterioro de su calidad de vida.  Desde El Frente nos manifestamos abiertamente en contra de aquellos que levantan estas posibilidades ante la crisis en curso y llamamos a organizarse para los embates por venir: el pase a planta de los precarios, el aumento de los salarios, las paritarias, los reencasillamientos todavía pendientes, tanto como el 82% móvil son todas banderas que bajo ningún aspecto deberemos bajar. ATULP debe convocar a una asamblea general para resolver qué pasos deberemos tomar. Si la crisis no la generamos los trabajadores, no tenemos por qué pagar por ella. El Frente