Hace unas pocas semanas la Universidad publicó una interesante nota donde daba cuenta del crecimiento que dicha institución tuvo a partir del año 2004. En la misma se describe como se pasó de unos 270.000 m2, a 300.000 para fines del año 2008 (de los cuales 20.000 son construidos y otros 10.000 recuperados), mientras que el objetivo marcado por los Planes Directores de la Universidad es llegar para el año 2010 a construir y/o recuperar otros 90.000 metros cuadrados.
Como en el antiguo Egipto, mucho se conoce de este periodo por las magníficas obras erigidas pero poco y nada sobre quienes y en que condiciones fueron los encargados de sostener las mismas. En la UNLP es igual, se muestran las obras y los proyectos pero poco y nada sobre quienes serán los encargados de mantenerlos limpios y funcionando en condiciones.
Como señalábamos en el trabajo que elaboramos en el 2007 titulado “Informe de la estructura de planta permanente del personal no docente y contratos de servicio de la UNLP” las áreas de Servicios Generales y Mantenimiento fueron de las mas castigadas por las políticas de ajustes desarrolladas durante los años 90s, motivo por el cual era claro de esperar que tuvieran un tratamiento prioritario… Dicha necesidad contaba a su favor por un lado en el crecimiento del cual la UNLP había dado cuenta en términos estructurales, ya el Arq. Guillermo Nizan Prosecretario de Planeamiento, Obras y Servicios de la Universidad, daba cuenta de esto al sitio Universia[1] describiéndolo de la siguiente manera “en casi 110 años desde los primeros cimientos que se construyeron para esta expansión, el promedio de crecimiento y expansión fue de 2.300 metros cuadrados por año, para llegar a los 256.650 metros cuadrados que tenía en 2004. Pero a partir de ese momento hubo un notable aumento para llegar a construir un promedio- 14.100 metros cuadrados por año entre 2004 y 2007”, mientras que por otro lado esto seria acompañado por un uso cada mas intensivo, producto del aumento de la oferta de carreras, post grados y actividades extra curriculares
Sin embargo acercándonos a los 2 años del trabajo previamente citado, podemos afirmar que muy poco se ha hecho para resolver este problema. Aun cuando el plantel no docente se incrementó en cerca de 322 trabajador@s, en dicho periodo, la proporción de trabajador@s del agrupamiento Servicios Generales de planta permanente se redujo en términos generales del 18.2 % a 17.4 % incrementándose dicho plantel (entre agosto del 2007 y febrero del 2009) en tan solo 61 trabajadores, de los cuales solamente 37 lo harán en las Facultades (aun cuando las mismas representen cerca del 80 % del conjunto de la superficie de la UNLP).
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2005
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2006
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2007
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Variación
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Facultades
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215.884.90
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225.516.90
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247.584.90
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14.68 %
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Colegios
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33.483.57
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35.887.67
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36.672.67
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9.52 %
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Otras Dependencias
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25.294.46
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28.655.36
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28.655.36
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13.29 %
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Total UNLP
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274.662.93
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290.059.93
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312.912.93
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13.93 %
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ttp://www.unlp.edu.ar/uploads/docs/infraestructura_de_anuario_indicadores2008_7.pdf
En agosto del 2007 nos preguntábamos, si era posible, como lo planteaba el anuario estadístico 2006, que los mas de 201.766 m2 que tenían las 17 facultades fueran mantenidos e higienizados por tan solo 290 trabajadores de planta permanente? Cuestión que encontrábamos difícil si además teníamos en cuenta que esto se agravaba por el hecho de que en la mayoría de las Facultades existen como mínimo 2 bandas horaria.
A Finales de marzo del 2009, el anuario estadístico de la UNLP del 2008 daba cuenta de haber alcanzado los 247.584.90 metros cuadrados. Y una vez mas nos preguntamos ¿podrán los trabajadores del sector Servicios Generales y Mantenimiento ser capaces de mantener/limpiar una superficie mayor a los 31.700 metros cuadrados mas con sólo 37 trabajadores más?. Mas aun si se tiene en cuenta que aproximadamente entre un 10 y 15% de los trabajadores de dicho agrupamiento encuentran actualmente con licencia o tareas pasivas justamente como producto del exceso de esfuerzo cotidiano al que son sometidos en muchos casos.
Los trabajadores estamos entre fuegos cruzados !!
Por un lado la Presidencia continúa otorgando contratos de servicios y becas, como forma de compromiso político, ignorando lo firmado en paritarias de que se termine la precarización, y que los ingresos sean por cargos de planta y por concurso. Aún quedan precarizados mas de cien compañeros que están desde el año 2004 trabajando, los mismos figuran en los listados elaborados por los delegados de cada Facultad y aprobados por las autoridades, y siguen esperando su pase a planta. Entonces ¿de que estamos hablando?
Al igual que en el país, los arreglos políticos marcan la agenda de la UNLP. En esto están involucrados no sólo las autoridades sino, y lamentablemente, también el sindicato que no mueve un dedo por quienes están postergados desde hace años, pero que trabajan en Facultades donde los delegados son de la oposición o críticos con el oficialismo de ATULP. Es vergonzoso pero están usando esto para chantajear a los compañeros, diciéndoles que si no apuestan por el caballo del comisario, jamás pasaran a planta o le saldrá la categoría que por derecho les corresponde, valiéndose de las necesidades de los compañeros están haciendo campaña, en este año de elecciones para renovar delegados, para sumar nuevos delegados afines a su gestión.
Estamos entre fuegos cruzados, las autoridades de la Universidad no nos consideran y el sindicato como lo ha demostrado desde el conflicto del 2006, prefiere mantener su armado político y ser funcional a los intereses de las autoridades aunque esto signifique condenar a los compañeros a seguir precarios, jubilaciones de hambre, que la inflación nos coma el salario, etc. Por eso tenemos organizarnos en cada Facultad y dependencia con asambleas y reuniones de comisión interna para discutir y planificar como vamos a pelear por nuestros derechos, no sólo en cuanto a mayor cantidad de personal o de su mejor distribución y por el pase a planta de todos los precarios, sino también por la cuestión salarial, por las jubilaciones y por las condiciones de trabajo.
El año pasado fue una muestra de cómo la política de no hacer asambleas y plenarios de delegados, termino siendo solamente funcional a las autoridades de la UNLP, y los hechos lo demuestran; ATULP no pidió paritarias en todo el año, el pase a planta se realizo en muchos casos de una manera por demás irregular, no se avanzo en como garantizar que los compañeros que decidan voluntariamente jubilarse, lo hagan de una manera digna. Este año el desafió deberá estar centrado en como aunar esfuerzos y sacar conclusiones en un año que para el conjunto de los trabajadores se presenta como complicado. La pelota está en nuestro campo, es tiempo de mover.
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