Como lo venimos señalando desde nuestra web quincenalmente, la crisis económica mundial esta dando por finalizado los años de crecimiento económico ininterrumpido del modelo K, el cual no solo permitía que todos los sectores patronales (tanto el agrario como el industrial y/o servicios) ganasen, sino que, producto del ciclo económico que se estaba viviendo a nivel mundial, permitió una reconstitución de las fuerzas de trabajo de la clase trabajadora argentina, incorporándose millones de nuevos trabajadores al mercado laboral, aunque la mayoría en forma precaria.
LA UNLP como una de las beneficiarias del modelo económico K y el resurgimiento de la idea de que se podían conseguir cosas sin pelear
En este contexto el sistema universitario nacional en general, y la UNLP en particular, supo ser una de las beneficiarias. Un crecimiento presupuestario que se quintuplicó, miles de metros construidos como una y otra vez nos lo recordara el Arquitecto Nizan (20.000 construidos y otros 10.000 recuperados) la designación de mas de 2.400 docente (lo cual implica que en la actualidad 1 de cada 5 cargos que paga la UNLP fue creado en este periodo) y unos 800 nuevos no docentes mas desde el 2003 en adelante. En este contexto de expectativas en un ciclo de crecimiento ilimitado, ahora nacional y popular -ya no "neoliberal"- se alimento la idea de que sin pelear podían obtenerse cosas y así fue como empezó la discusión en el sector no docente tanto del convenio colectivo de trabajo como de otras cuestiones que tendrían gran incidencia en el sector.
Un convenio que no surge desde las bases
Con relación a nuestro convenio colectivo es interesante recordar que el mismo no fue producto de la discusión madurada en las bases, como forma de mejorar nuestras condiciones como asalariados (como había sido en los años 70) sino que por el contrario fue parte de una política preventiva que el Kirchnerismo se dio, reabriendo las negociaciones paritarias a nivel de todas las ramas, como forma de fortalecer su gobierno sobre la base del discurso de recuperación del trabajo y dándole también mayor poder a las cúpulas sindicales para mantenerlas aliadas como hasta hoy lo vemos, que ante la crisis económica en ciernes van a una reunión con la presidente y de lo que hablan es de salario familiar y seguro de desempleo y no de salarios y de cómo hacer para garantizar que ningún trabajador pierda su empleo, convocando a medidas de fuerza como sería un paro nacional..
Entre el 2003 y 2007 el Ministerio de Trabajo activó las negociaciones colectivas, firmándose 1042 convenios y acuerdos entre sindicatos y cámaras o empresas, que comprendían al 72 por ciento del total de trabajadores registrados. De éstos el 80 por ciento sólo trataban aspectos salariales. El segundo tema más negociado, pero que sólo figura en el 20 por ciento de los convenios, es el aumento de los aportes y contribuciones a los sindicatos. En tercer término, en el 17 por ciento de las paritarias, se fijaron cláusulas de paz social. Es decir, compromisos para resolver posibles conflictos sin llegar a la huelga.
Para la UNLP como lo señalábamos anteriormente, la discusión del convenio colectivo de trabajo no fue producto de un debate común a los trabajadores de las universidades, a tal punto que los primeros en dar a difusión dicha noticia fue nuestra agrupación. Ante esa situación la comisión directiva de ATULP de ese entonces, inicialmente sostuvo la posición de poder incidir en los aspectos mas lesivos que el mismo podría llegar a tener, reforzado estos en su momento con garantías extras dada por el Presidente de la UNLP de ese momento y actual Secretario de Políticas Universitarias Alberto Dibbern, el cual avalaría paritarias a partir de las cuales nada de lo malo que el mismo pudiera tener para los trabajadores nos afectaría.
Un Convenio que será presentado por ATULP “como ni bueno, ni malo”
La difusión de la existencia del CCT en La Plata por medio de nuestra agrupación obligo a la Comisión Directiva de ATULP a tomar una posición, la cual consistió en presentar al mismo como ni bueno ni malo. Pero dejando claro que sería conveniente aceptarlo en tanto que el mismo nos garantizaría aumentos salariales mas que interesantes. Lo que no aclararon es que serían a cambio de perdidas de conquistas históricas como la reducción del 50% de la antigüedad, quitar el adicional por grado, la permanencia en categoría, etc. Será en este contexto como llegamos a la asamblea general previa al Congreso de FATUN de Villa General Belgrano preparado para aprobar el CCT, la cual se desarrolló en el Jockey pasando a la memoria colectiva del sector por la famosa maniobra del “cuarto intermedio”, llevada adelante por el oficialismo para evitar que los congresales de ATULP se vieran obligados a rechazar el CCT en el Congreso, como era el sentimiento generalizado de esa masiva asamblea.
Pasados ya algunos años y luego de haber aceptado TODOS LOS ASPECTOS LESIVOS DEL CCT ,ahora se nos informa que producto de los efectos de la crisis internacional el gobierno no va a poder afrontar lo que por derecho nos corresponde a partir de este mes, no solo cobrando una cifra muy por debajo de lo que muchos compañeros esperaban cobrar por estar convenido, sino también manteniéndose las cifras en negro en el sueldo, lo cual condena a los pasivos y a los futuros jubilados a salarios de hambre. Es nefasto además el precedente que queda asentado de que -de aquí en adelante- la patronal pueda firmar un acuerdo, no cumplirlo y que la representación de los trabajadores NO HAGA NADA, POR DEFENDERLO .
Desde Atulp no se convocó al debate democrático en ningún ámbito, sean asambleas generales o plenarios de delegados para definir si aceptamos esto o exigimos lo que nos corresponde. Es urgente recuperar los ámbitos de discusión de los trabajadores para pararles la mano a los burócratas que están mas preocupados por el lugar que ocuparán en las listas del PJ (de ahí tanta preocupación por llevarle gente a la marcha de Moyano), que por pelear por los derechos de los trabajadores. |