Los industriales creen que la inflación supera el 25%
Algunos afirman que podría llegar al 30%; piden la "urgente" normalización del Indec
Por Francisco Olivera
De la Redacción de LA NACION
Algo puede estar cambiando en la Argentina: los empresarios critican. La razón para hablar, algo infrecuente en los últimos años, fue esta vez el controvertido Indec. Los industriales le pusieron ayer números a la inflación. A este ritmo, dicen, el país tiene un alza de precios anual superior al 25%. Tres veces más que las cifras oficiales, en las que ninguno de ellos, aunque sólo lo expresen ahora, ha creído jamás.
Uno de los más explícitos fue José Ignacio de Mendiguren, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), que afirmó que la incertidumbre estadística podría extenderse a otros indicadores. "Aspiramos a la normalización urgente del Indec, porque es en beneficio de todos -dijo, en conversación con Radio del Plata-. Cuando hay que hablar de salario, de costos de la economía en general, poner en duda estos índices inconscientemente implica poner en duda los demás índices de la economía. Esto no le hace bien a nadie."
De Mendiguren dijo que la inflación era superior al 25% anual. Es lo que piensan varios industriales que ayer prefirieron el resguardo de su nombre. "Nos manejamos con las cifras de inflación provinciales y con la evolución del costo de los insumos que nosotros pagamos -agregó el textil-. Además, cuando uno ve los reclamos salariales respecto de los aumentos, se observa que todo está en el orden de esa cifra."
El tema está presente en las conversaciones de la entidad fabril. La sensación es unívoca: se está perdiendo rentabilidad. "Se achican los márgenes -reconoció a este diario Héctor Méndez, presidente de la Cámara del Plástico-. Suben los costos y cayó el consumo." Otro miembro de la junta directiva de la UIA coincidió con las estimaciones: "El 25 o el 30% es lo que dicen Hugo Moyano y todos los economistas: desde Eduardo Curia hasta Carlos Melconian". Hace una semana, Juan Carlos Lascurain, presidente de la entidad, había dicho a Radio Continental: "No es bueno que en todo este tiempo el Indec haya colaborado para que haya expectativas inflacionarias. El Indec tendrá que replantear lo que la sociedad siente".
En realidad, la inflación emerge como metonimia de preocupaciones más graves. Los empresarios creen que falta un plan económico. "Necesitamos volver a tener un rumbo correcto. Quiero 30, 40, 60 días de normalidad, algo que este año no tuvimos", se quejó un directivo de una de las empresas de consumo masivo más poderosas. Inquietan también otras cosas. Hace tres semanas, Oscar Vignart, vocal de la UIA y de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), expuso ante la junta directiva fabril la necesidad de terminar con los subsidios energéticos. El megavatio/hora se paga en los hogares de la Capital Federal 40 pesos, dijo Vignart, y 70 o 90 pesos en Santa Fe o Córdoba, pero los industriales lo pagan 170.
No hay energía suficiente, lo que obliga a importar líquidos para generar. Eso duplicó los costos. El gasoil, que le costó al Gobierno 1000 millones de dólares en 2007, costará este año 3000 millones. ¿Quién va a pagar eso, si se acabó la caja?, se preguntan los industriales. La mención viene a cuento porque desde la UIA se ve cómo las administraciones provinciales -el bonaerense Daniel Scioli o el cordobés Juan Schiaretti, por caso- empiezan a tomar medidas en soledad para cubrir el faltante. "Subir ingresos brutos, a estas alturas, es inflacionario", dijeron en una empresa.
De ahí la alerta por los indicadores. "Tenemos que sacar los Indec que correspondan -había advertido anteayer Julio Werthein, del grupo La Caja-. No podemos estar mencionando un Indec que no pertenece a lo que nosotros producimos o compramos. Si no, vamos a perder mucho más en el futuro". También Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Auto, se había sumado al reclamo: "La inflación no es tan grave para los empresarios, pero es gravísima para las clases menos afortunadas".
El cuadro de Magritte
Si no se reconocieran los índices, afirman los industriales, el tipo de cambio real sería inferior al que se dice. El textil Teddy Karagozian, presidente de TN Plátex, recordó el cuadro del pintor belga René Magritte, que reproduce una pipa y, debajo, consigna en cursiva: Esto no es una pipa . La célebre obra dio pie a innumerables ensayos sobre la disociación entre el referente (la pipa) y su representación (el dibujo). "Claro, no es una pipa, es un dibujo -argumentó el industrial-. Y el Indec no es la inflación, pero lo tomamos como tal. Y entonces se toman medidas sustentadas en eso. El dólar vale un 20% menos. ¿Cómo se explica que se tengan que importar quesos o que uno de los sectores más competitivos del mundo, la carne, no tenga rentabilidad?"
La Nacion
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