Hace un año, un jueves 22 de mayo, los trabajadores de Mafissa emprendimos la etapa mas dura desde que empezamos a cuestionar el poder de Curi y sus siervos, los viejos delegados de la AOT.
Teníamos claro que ese día iba a quedar grabado en nuestra conciencia y en nuestros corazones. Porque habíamos logrado organizar la bronca juntada en más de 20 años de traiciones que garantizaron una brutal explotación de cientos de familias obreras. Podríamos hablar de los compañeros que murieron en la fábrica; de estar 8 o 10 años contratado pensando que tu tarjeta al otro día no iba a estar; o las navidades, nacimientos o cumpleaños en los que no estuvimos para llegar a fin de mes con las extras, haciendo 16 hs por día.
A esta lucha que empezó el 22 de mayo del año pasado nosotros la llamamos “los 42 días”. Ese día el gerente lloró de miedo y los pibes obreros con su odio organizado fueron los que lo hicieron llorar. Y Curi empezó a sentir que el pasado volvía con nuevos rostros a quitarle el sueño, a veces charlando entre nosotros creemos que él piensa que con su padre habían terminado para siempre con la organización obrera, en la última dictadura militar. Se equivocó. Y nos odia tanto como quiere el poder que le da la explotación y que le garantiza el gobierno.
Desde ese 22 de ma yo hasta hoy han pasado muchas cosas. 42 días de permanencia en la fábrica, 75 días hábiles con 60 compañeros suspendidos, 21 días de bloqueo de portón, 80 días de acampe frente a la fábrica, 60 días nuevamente permaneciendo en la Planta. El pasado 17 de abril, 9 hs de resistencia contra 700 policías que terminó con 18 compañeros presos durante 3 días, y hoy llevamos 33 días de acampe frente a gobernación.
Todo esto es por que algo nuevo está naciendo en las fábricas y en los lugares de laburo. Somos hermanos de procesos, igual de profundos, en donde jóvenes obreros empezamos a entender que la explotación no es algo natural, que se puede cuestionar a la burocracia sindical y que se puede hacer temblar a los patrones. Nuestras herramientas son sencillas pero muy filosas: delegados honestos elegidos por la base, asambleas de base, discusión sindical y política, organización para luchar confiando en nuestras fuerzas y mucha solidaridad de clase. Por todo esto este jueves, a todos nuestros compañeros con los que hemos caminado juntos, los obreros de Astillero, de Zanon, los docentes, los estatales, los estudiantes; con quienes luchamos como los pibes del Casino, las compañeras de Fressenius, los compañeros de Pagoda, y con los que están luchando hoy, los obreros de Fate, Terrabusi, Pepsico, con todos ellos queremos compartir este 22 de mayo un año de lucha de los obreros de Mafissa.
Trabajador despedido de Mafissa |