Solidaridad y compañerismo en medio del asedio policial

Jueves 8 de mayo de 2008

“Ver que otros compañeros saltaron el tejido fue impresionante”

Por Laura Rios

Eran las 4 de la tarde del 17 de abril y los mensajes de texto que los obreros se mandaban daban una buena noticia: un Juez intimó que Curi cumpla la Conciliación Obligatoria, eso es la reincorporación de todos los compañeros, el pago de los días caídos y la puesta en marcha de la Planta.

No eran las 5 todavía cuando los mensajes y las llamadas se hicieron urgentes y los trabajadores trataban de explicar lo inexplicable: otro Juez, Cesar Melazo, ordenó el desalojo de la Planta y la Infantería estaba llegando a la fábrica.

A partir de ese momento todo cambió. Los camiones de Infantería cercaban la Planta y el Grupo Halcón tomaba posiciones. El barrio estaba militarizado y más tarde esto se extendía a la ciudad de La Plata. Los trabajadores llegaban corriendo, en bicicletas, como podían, mientras un grupo de obreros ya estaba adentro preparado para resistir.

La experiencia que los textiles hicieron en este tiempo los llevó a entender que la lucha de MAFISSA trasciende el Barrio de Olmos y que debe ser parte de los ejemplos que tomen los trabajadores que se organizan y salen a luchar.

Por eso, cuando la policía cortaba los accesos al barrio, cuando llevaron adelante la orden de entrar y solo se escuchaban los disparos de bala de goma y los gases entre los gritos que decían “no disparen, somos trabajadores, queremos trabajar”, en ese momento hubo trabajadores que llegaban a la Planta dispuestos a todo y lo demostraron. Y burlando el operativo o corriendo varias cuadras a la redonda lograron entrar a la Planta para resistir con sus compañeros. Saltaron los alambres y el portón y, como dicen ellos, dejaron todo.

La resistencia de los obreros que comenzó a las 17 hs. culminó a las 3 de la madrugada del otro día. 18 trabajadores contra 700 efectivos de seguridad. 18 trabajadores que luego fueron detenidos y hoy están procesados. Que cuando fueron liberados dijeron “nos pueden perseguir, nos pueden reprimir, nos pueden encarcelar, pero nuestras ideas no las van a matar”.

Esta experiencia quedará en la historia de esta fábrica y ya es un ejemplo de lo que jóvenes obreros que comienzan a despertar a la lucha están dispuestos a dar...

Ustedes llegaron a la fábrica cuando ya estaba rodeada de policías, ¿cómo entraron?

Ch: estaba en mi casa, tranquilo con el asunto de la cautelar, y me llega un mensaje que dice vení ya que está el desalojo. Y salí. Cuando doblo la rotonda estaba lleno de milicos. Era imposible entrar por adelante, fui por otro lado y cuando no me veían los milicos pegué una corrida hasta el alambrado, tiré la mochila, pegué un salto y me mandé. Y ahí empecé a correr hasta adentro.

T: yo fui a buscar a mi nena a la escuela y cuando llegué a mi casa estaba un compañero que me dice “se pudrió todo”. Agarré mi bolso, una campera por las dudas y me llevó en el auto. Había una cantidad enorme de policías, no me dejaban pasar. Entonces pegué una vuelta por el club, corrí y me atajó de nuevo la policía “no puede pasar” me dijeron. Estaba una de las chicas que iban siempre a apoyarnos, y yo dije “quiero hablar con ella es mi compañera”. “Habla y volvé” me dijeron, yo me acerque, la saludé, corrí y salté la reja. Porque estábamos decididos, ya desde la primera vez que entramos a la fábrica.

M: Cuando llegué ya estaba el cordón frente a la fábrica. Yo camino a la puerta y me vuelvo pensando cómo podía hacer. Entonces hice como que iba a la panadería que está en frente y crucé la calle. Le tiré la mochila a un compañero y salté...

¿Por qué saltaron?

Ch: Yo me podría haber quedado afuera tranquilamente. Pero era un compromiso, lo tenía que hacer y no dudé. Y si lo tendría que hacer de nuevo, lo hago por los compañeros. El día que nos liberaron, ellos nos dijeron “yo quería estar adentro con ustedes”. Porque desde el momento en que entramos a la Planta sabíamos que nos íbamos a comer un proceso o una cagada a palo de los milicos. Éramos concientes de los que nos iba a pasar.

T: Porque al verme y al ver a mis compañeros nos dábamos fuerza, ver que otros compañeros saltaron el tejido es impresionante. Entré con miedo por mi familia, no sabía que iba a pasar, si nos iban a dar una garroteada los milicos. Nosotros hicimos esto por los compañeros que por ahí no lo entendieron nunca, por nosotros y por nuestra familia. Cuando salté la reja estaba dispuesto a todo.

M: Entré por mis compañeros, por defender lo que venimos haciendo hace tres años desde que estamos queriendo cambiar las cosas. Entré por instinto, es algo que nace de adentro. Porque sos un trabajador y ves todas las contras que tenemos para defender lo que nos corresponde. Yo creo que entrar fue eso, el instinto de defender lo que es tuyo. Entré porque creo mucho en la lucha y es lo que quiero llevar adelante. Nunca tuve miedo.

Los negociadores del Grupo Halcón les decían que escapen por atrás...

Ch: No podíamos salir por atrás. Salimos con la frente en alto y que la gente vea y pregunte “¿por qué se llevan a los pibes esos? Porque estaban defendiendo su fuente de trabajo”. En la cárcel no lo podían creer que estábamos presos por eso.

T: Por atrás no íbamos a salir nunca, porque no estábamos robando nada. Estábamos defendiendo el puesto de laburo, teníamos la conciliación obligatoria, la cautelar. Jamás íbamos a salir por atrás, por nosotros mismos y por la gente que estaba afuera haciendo el aguante.

M: Nadie se quería ir, buscábamos la forma de resistir un poco más, pero eran 700 policías contra 18 trabajadores, era imposible. Salimos esposados y no merecíamos eso, pero es para meternos miedo. El Gobierno que no sabe cómo hacer para replegar la lucha, utiliza la represión, y si no puede, nos van a querer matar, porque no tienen otras herramientas para poder vencer el esfuerzo que hacemos nosotros. Salir por atrás significaba terminar la lucha y nosotros decidimos salir todos juntos por adelante, porque nos queda resto para seguir aguantando.

¿Qué cambió en ustedes con toda esta experiencia?

Ch: Esto me cambió la vida. Antes iba a la fábrica a laburar y nada más. Cuando llegaron las organizaciones a mi me dieron vuelta las ideas, porque antes era cero política. Ellos nos decían la importancia de la unión de los obreros, y ahí te das cuenta que hay gente que cree en vos. Y que vos tenés que estar dispuesto a cambiar. Eso me abrió mucho la cabeza. Y cuando algunos decían “esto es todo política”, a la larga te das cuenta de que tenes que hacer política. Los políticos no quieren que nosotros nos metamos en política, pero hay que hacerlo para pelearla de igual a igual.

T: Yo a partir de esto conocí a los compañeros. Y eso es lo más grande, porque antes con alguno de ellos ni me saludaba y hoy son mis hermanos.

M: Esto me cambió la vida. Porque para la sociedad, luchar contra estos monstruos es imposible. Yo cuando empecé, fue por aumento de salario, y vino la respuesta del patrón. Ver toda la ilegalidad con que se maneja la patronal, el sindicato y el Gobierno te da bronca, pero también te das cuenta que esto es contra toda la clase. Porque atrás no solo están los trabajadores de Mafissa, sino toda la clase trabajadora que está pendiente de lo que vos puedas aportar de tu parte para cambiar esto. Y saber eso te cambia la cabeza.

Algo más que quieran comentar...

Ch: el viejo R. estaba decidido a subir y yo le digo “no viejo, quedate afuera, no subas porque te van a golpear”. Y el me dice “yo quiero entrar”, pero no lo dejamos. Es impresionante para nosotros el viejo, porque tiene 34 años de fábrica y las pasó todas adentro, y sigue haciendo el aguante.

T: Cuando nos liberaron fue una alegría ver que la gente nos esperaba. Era como cuando tenes tu primer hijo, esa era la sensación para mi. Me llenó de orgullo eso.

M: El viejo M. me enseñó a laburar a mi y decía “ustedes los pibes van a tener que dar la pelea, porque nosotros estamos muy viejos”, y hoy el viejo está al lado mío peleando.

 


 
Después de 91 los no docentes tenemos voz y voto
 
width=
Pan y Rosas
 
Bandas amigas - La Murgandita
 

 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis