Falta de seguridad
Denunciaron un accidente en Química que pudo haber terminado en tragedia
Todo comenzó con una filtración de agua. Debieron sacar de los laboratorios 300 frascos de reactivos al oscuro, puesto que los cables estaban mojados. Cuando conectaron la luz, se detectó la presencia de un tarro de cianuro de potasio, de un kilo y medio, que podría haber generado un gas mortal.
Otro accidente, que podría haber terminado en tragedia, fue denunciado por tres docentes del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas. Los doctores Fernando Fungo, Gabriel Planes y Luis Otero, dijeron por Radio Universidad que a causa de una filtración de agua, al anochecer del pasado viernes, un día lluvioso, se produjo un incidente que puso en evidencia la falta de medidas de seguridad en esa dependencia de esta casa de altos estudios.
Relataron que por no tener luces de emergencia tuvieron que sacar a oscuras unos 300 frascos de reactivos y que cuando decidieron conectar la corriente eléctrica vieron que en el lugar había un tarro de cianuro de potasio, de un kilo y medio, que si hubiera entrado en contacto con un medio ácido generaba gas cianhídrico, que es mortal.
"Lo que es preocupante es que frente al siniestro no teníamos con qué responder. Movimos 300 botellas. Teníamos una sola máscara, no teníamos quita derrame", dijeron, al tiempo que denunciaron que "aún no hay mapeo de riesgo en la Universidad" . Y agregaron: "En cuestiones de seguridad no hay medias tintas. Seguimos equivocándonos frente a la problemática que tenemos".
Revelaron que "no se pusieron luces de emergencia, que cuestan 50 pesos. O los lavaojos, que los tenemos, pero hay que instalarlos”. Y consideraron grave que comiencen las clases sin que se haya consensuado un plan de emergencia con los bomberos y las autoridades.
El relato sobre el incidente que ocurrió en el Departamento de Química
"Fue grave. Pero, por suerte no hubo que lamentar ningún lastimado o accidentado.
A las siete de la tarde, un técnico que está a cargo de la parte de docencia, en el droguero del Departamento de Química, el droguero más grande que hay en la Universidad, detectó una filtración de agua. Era un chorro de agua, que estaba cayendo sobre todos los reactivos que están metidos ahí adentro, sobre una tarima, que está en la parte central del laboratorio. Literalmente llovía arriba de la tarima. Y el agua caía por toda la estructura. Cortamos la luz, porque el agua pasaba por los cables".
"El hecho de que se haya detectado una filtración en el droguero no es una cosa rara. En la UNRC donde hay tantos metros cubiertos, filtraciones hay por todos lados. Pero, se dio justo en el lugar donde no se tendría que haber dado".
"Era un viernes, a las 7 de la tarde. Prácticamente no había gente. Ni el técnico, ni los docentes, ni las autoridades en ese momento sabíamos cómo responder frente al siniestro, cómo atacarlo".
"Las filtraciones se produjeron a raíz de que estaba rota una junta de dilatación y justo había un desagüe tapado. Después se destapó el desagüe, pero la filtración seguía. Eran la 9 de la noche y decidimos sacar todos los equipos".
"Y nos pusimos a pensar dónde estaba el sodio, que en presencia de agua inicia fuego. Si se pone un poquito de sodio en agua, se incendia. Entonces, lo corrimos. Después nos acordamos del carburo de calcio, que cuando se moja genera acetileno, el gas que se usa para los soldadores, y también lo sacamos".
"Dijimos cómo estarán los ácidos, porque los ácidos minerales son altamente higroscópicos y generan gran cantidad de calor. Miramos y los ácidos se estaban mojando, aunque las botellas estaban tapadas. Y decidimos sacar todo lo que se estaba mojando".
"Trabajamos bastante. Estamos hablando de tres horas. Y si hablamos de la cantidad de reactivos, podemos decir que sacamos más de 300 botellas, hasta las 9 y media de la noche. A oscuras, porque al no tener la luz de emergencia, tuvo que ser a oscuras. No nos animábamos a conectar la electricidad, porque los cables se estaban mojando. Removimos todo".
"Y, pusimos la luz para ver si había quedado algo por sacar. Y nos asustamos bastante porque encontramos un tarro de cianuro de potasio, de un kilo y medio más o menos. Si ese tarro de cianuro entraba en contacto con un medio levemente ácido generaba gas cianhídrico, que es mortal".
"Nunca tendrían que haber estado los ácidos junto con los gases y con las drogas".
Río Cuarto
UNRC: riesgo por una filtración
Corresponsalía
Río Cuarto. Unos 300 frascos de reactivos debieron ser retirados al oscuro de un laboratorio de Química de la Facultad de Ciencias Exactas a raíz de una filtración en un recinto de almacenamiento, denominado “droguero”.
Los docentes Fernando Fungo, Gabriel Planes y Luis Otero, revelaron a Radio Universidad que el viernes 28 de marzo, tras una lluvia, se produjo “un incidente que pudo haber terminado en tragedia”.
Contaron que trabajaron tres horas a oscuras, porque los cables estaban mojados y en el lugar no hay luces de emergencia. “Frente al siniestro no teníamos con qué responder. Movimos 300 botellas (entre otros elementos sodio, que con agua se incendia, y carburo de calcio, que al mojarse genera un gas). Teníamos una sola máscara, no teníamos quita derrame”, denunciaron.
Gladys Mori, decana de la Facultad, enfatizó que lo ocurrido “fue a raíz de una filtración, imprevista en un edificio nuevo, de fines de los ‘90”.
“Estamos tomando medidas de seguridad de acuerdo a las partidas que remite el Rectorado. Tenemos elementos de seguridad; a lo mejor los docentes no se dieron cuenta de venir a buscarlos. Hubo una filtración como nos puede pasar en nuestra casa, pero de inmediato se retiró todo antes de que hubiera peligro”, manifestó.
Córdoba
Nuevo incidente en la Universidad de Río Cuarto
Tres docentes debieron trasladar frascos de reactivos a "oscuras" porque no había luces de emergencia. Seis personas murieron en diciembre por las explosiones en la Planta Piloto.
Tres docentes de la Facultad de Química de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) denunciaron hoy que ocurrió un incidente que "puso en evidencia la falta de seguridad" en la casa de estudios, donde el pasado 5 diciembre se produjo una explosión que causó seis muertos.
Los docentes Fernando Fungo, Gabriel Planes y Luis Otero, explicaron que el inconveniente ocurrió el viernes último, cuando "tuvieron que sacar a oscuras unos 300 frascos de reactivos" porque no hay luces de emergencia en el lugar.
Los profesores indicaron que "cuando decidieron conectar la corriente eléctrica vieron que había un tarro de cianuro de potasio, de un kilo y medio, que si hubiera entrado en contacto con un medio ácido generaba gas cianhídrico, que es mortal".
"Lo que es preocupante es que frente al siniestro no teníamos con qué responder. Movimos 300 botellas. Teníamos una sola máscara, no teníamos quita derrame", contaron los docentes del Departamento de Química. Denunciaron además que todavía "no hay un mapeo de riesgo de la Universidad".
Elecciones. El próximos 15, 16 y 17 de abril se realizarán las elecciones a rector de la UNCR, en medio de la polémica generada por la denuncia de irregularidades en la Fundación de la casa de estudios (ver UNRC: cierran las listas en medio de la polémica ).
Río Cuarto
Polémica por las denuncias contra la Fundación UNRC
Corresponsalía
Río Cuarto. La denuncia que realizó el decano de la Facultad de Ingeniería y candidato a vicerrector, Jorge Barral, sobre irregularidades por casi cuatro millones de pesos en protocolos gestados por la Fundación para investigaciones destinadas a la Conae, generó polémica y un arduo debate en el Consejo Directivo de esa unidad académica.
A lo largo de tres horas y media, hubo acusaciones, pedidos de explicaciones, amenazas de recurrir a la Justicia, denuncias de persecuciones, inculpaciones de hacer proselitismo en medio de la campaña electoral, repudios y otros tantos cruces que llevaron a que la discusión por momentos cobrara gran tensión.
En una primera instancia, se leyó una nota presentada por el consejero directivo Esteban Carranza, uno de los sindicados por Barral en su denuncia pública, quien en los protocolos entre la Fundación y la Facultad de Ingeniería aparece como “responsable de la conducción”, junto con Juan Cruz Terán Frías, de la Conae.
Carranza dijo que sólo tenía responsabilidades técnicas y se negó a dar precisiones sobre por qué tales acuerdos no contemplaban 20 por ciento de los ingresos para la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), como está establecido. Se amparó en razones de “confidencialidad” de los convenios.
Algunos consejeros repudiaron al decano por denunciar públicamente el caso en lugar de tratarlo en la Facultad. Barral negó intencionalidades políticas y dijo que su obligación era poner en conocimiento al Consejo Superior.
Desde el Juzgado Federal, el secretario penal, Carlos Ochoa, anticipó que por el momento no actuará de oficio sino que observará “atentamente” los pasos investigativos dispuestos por la UNRC. Por su parte, el presidente de la Fundación, Omar Isaguirre, insistió en que la entidad es independiente de la UNRC y opinó que administrativamente, “es Ingeniería quien tiene que responder por la falta de ingreso del 20 por ciento a la universidad”.
Río Cuarto
Investigarán presuntas irregularidades en la Fundación de la UNRC
Se trata de nueve protocolos de investigación por 3,8 millones de pesos para la Conae.
Corresponsalía
Río Cuarto. En la última sesión ordinaria del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), el decano de la Facultad de Ingeniería, Jorge Barral (también candidato a vicerrector en la fórmula de Héctor Agnelli), denunció la existencia de nueve protocolos de trabajos de investigación firmados por la anterior conducción de esa unidad académica, que, dijo, tendrían irregularidades.
Incluirían trabajos de investigación y desarrollo por 3.877.000 pesos para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), los cuales se habrían canalizado a través de la Fundación de la UNRC.
Barral –quien asumió en Ingeniería luego de que imputaran a las anteriores autoridades por el siniestro de la Planta Piloto– dijo que en los protocolos firmados entre su facultad y la Fundación no figura el 20 por ciento que debe transferirse a la UNRC, “tal lo estipulado en el artículo 4° de la resolución del Consejo Superior número 117/ 04”, sostuvo. “Ese artículo no está”, remarcó.
La denuncia dividió las aguas en el Consejo Superior. Luego de un debate de dos horas, finalmente el cuerpo decidió por votación dividida iniciar una investigación sumaria para determinar si los protocolos están de acuerdo con lo establecido en el convenio marco existente entre la UNRC y la Fundación. Además se acordó pedir a la Dirección de Asuntos Jurídicos un dictamen sobre los convenios específicos existentes entre la Fundación y la Conae, puesto que son para el mismo trabajo e involucrarían mano de obra, equipamientos e insumos de la UNRC.
Investigación. La investigación interna fue propuesta por la decana de Ciencias Exactas, Gladys Mori, y obtuvo seis votos. La moción perdedora proponía el pase del tema a la comisión de Interpretación y Reglamento y la había presentado el consejero estudiantil Gregory Porrino y obtuvo cinco votos, uno de los cuales fue del vicerrector, Juan José Busso, en ejercicio del Rectorado, puesto que Oscar Spada está de licencia por su campaña electoral.
De acuerdo con la documentación presentada por el denunciante, para la realización de esos trabajos la Fundación acordó nueve protocolos de trabajo con la Facultad de Ingeniería y otros tantos convenios específicos de colaboración con la Conae.
Todos los protocolos tienen fecha del 28 de junio de 2007 y fueron firmados por Diego Moitre en calidad de decano de la facultad y de su vicedecano Carlos Bortis, como presidente de la Fundación.
Los denunciantes remarcan que en ninguno figuran los montos que recibiría Ingeniería. En cambio, sí queda establecido cuánto le correspondería a la Fundación en los convenios específicos de colaboración con la Conae.
Según informó la oficina de Prensa de la UNRC, en cada caso aparece un listado con nombres de 29 personas, especialidad y sueldos, entre los que está el ingeniero Bortis con una retribución mensual de cuatro mil pesos por cada uno de los convenios.
En ciertas nóminas de personal figurarían nombres de personas y cargos que no tendrían ningún vínculo institucional con esa facultad. Se citó, por ejemplo, al Grupo de Desarrollo Diten, que funcionaría fuera del ámbito de la UNRC, con dirección postal en Florencio Sánchez 615, del barrio Banda Norte de Río Cuarto.
La denuncia de un decano dividió las aguas del consejo que gobierna la Universidad Nacional de Río Cuarto. Foto: LaVoz / Archivo
(Información suministrada por el ETUN) |