“Desde el Marxismo”, aparece en momentos en que se desarrolla una profunda crisis financiera y económica, que desde el corazón de las finanzas en EEUU, se ha extendido rápidamente hacia todo el mundo. Los analistas burgueses ven cómo el derrumbe de las bolsas se lleva consigo sus predicciones más optimistas, y discuten cuál será la profundidad y magnitud del desastre. El fantasma de la Crisis del ´29 y la Gran Depresión, recorre Wall Street y los principales centros financieros del mundo. Esta crisis mundial del capitalismo que está en pleno desarrollo tendrá consecuencias profundas que marcarán los próximos años. Estamos ante un hecho que posiblemente sea un punto de inflexión que abra un momento histórico.
En estas semanas hemos visto cómo los Estados “liberales” han desembolsado sumas astronómicas para salvar de la quiebra a los principales bancos, haciendo evidente a los ojos de millones el carácter de clase de los Estados capitalistas. La ideología de que “el mercado lo arregla todo” que legitimó la ofensiva de los capitalistas a nivel mundial en las últimas décadas, bajo los cantos del “fin de la historia”, ha sufrido un durísimo golpe. Frente a la crisis, algunas voces salen a culpar a los rasgos salvajes del capitalismo neoliberal, una forma de “regulación” que no funciona más y nos proponen volver a las viejas recetas keynesianas. Pero quienes impulsamos esta revista, sostenemos que esta crisis es producto de las contradicciones del mismo sistema capitalista. La crisis económica actual comienza a develar las consecuencias de un sistema social irracional, donde la sed de ganancias de los capitalistas, provoca cada vez más padecimientos para la humanidad. El capitalismo deja ver su profunda naturaleza reaccionaria y nos muestra que no tiene nada que ofrecer a las grandes mayorías. En lo que va de la crisis, cuando desde los más importantes Estados se han destinado varios billones de dólares para los salvatajes, millones de familias han sido empujadas a la desocupación, el hambre y la miseria. En el mismo EEUU, cientos de miles de trabajadores viven en carpas o en sus autos, mientras sus casas quedan deshabitadas por el colapso del sistema inmobiliario.
Los meses y años venideros veremos mayores atrocidades, donde los gobiernos capitalistas intentarán descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo. Estamos yendo seguramente a un escenario mundial mucho más convulsivo, donde las distintas potencias mundiales aumentarán sus tensiones y disputas, para lo cual buscarán disciplinar a sus respectivas clases obreras. Esta irracionalidad del sistema capitalista, abre las puertas a una mayor deslegitimación de este sistema, acompañado de una mayor lucha de clases y nuevas posibilidades para que el marxismo se ponga a prueba. El capitalismo no se caerá por su propio peso; hay que tirarlo abajo. Por esas razones, “Desde el Marxismo” se propone aportar al resurgimiento de la teoría que, desnudando los velos que encubren la explotación sobre la que se basa la sociedad capitalista y entendiendo sus movimientos y contradicciones, se propone volverse una fuerza imparable uniéndose a las masas.
“Desde el Marxismo” es impulsada por estudiantes de la UNLP, militantes de la agrupación En Clave Roja y del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Lanzamos esta revista porque queremos aportar a la importante tarea de criticar las principales teorías e intelectuales que le rezan sus plegarias al statu quo, que no se cansan de decirnos que la única solución ante la degradación y la explotación a que nos condena el sistema capitalista, es una resignación pasiva a la miseria de “lo posible”. Como no podía ser de otra manera, el ridículo discurso de una Argentina “desacoplada” de la crisis internacional que sostenían los Kirchner hasta hace pocos días, ha quedado en el olvido. A pesar de empecinarse en pagar miles de millones de dólares a los especuladores del Club de París y a los tenedores de bonos, para lograr acceder al crédito internacional (… y en qué momento!), el gobierno se vio obligado a reconocer que habrá “secuelas económicas y sociales que debemos tratar”. Y por eso, la idea del “Pacto Social” vuelve a cobrar fuerza desde el gobierno, para descargar el costo de la crisis sobre la espalda de los trabajadores.
La lucha ideológica, una tarea vital del movimiento estudiantil.
Desde En Clave ROJA estamos dando la pelea por poner en pie un movimiento estudiantil que a la vez que salga a luchar por sus propias reivindicaciones, forme sus propias organizaciones y se enfrente a las distintas camarillas que gobiernan la Universidad, se proponga confluir con los trabajadores combativos y reconstruir la alianza obrero-estudiantil, independientemente de todas las variantes de los capitalistas y de los que gobiernan para ellos. Cuestionamos el carácter de clase de esta Universidad que busca que seamos profesionales que no cuestionemos el sistema y luchamos por orientar la producción de conocimiento y la formación de intelectuales y profesionales para contribuir a resolver los problemas de los trabajadores y el pueblo.
Quienes impulsamos esta revista,queremos abrir un debate sobre cómo intervenir desde el ámbito de la cultura y de las ideas a favor de los trabajadores y el pueblo, pues estamos convencidos de que el movimiento estudiantil tiene que ser parte de la batalla ideológica que se libra todos los días en las Facultades y en cada una de las cursadas. Lamentablemente el menosprecio por la lucha teórica e ideológica de la mayoría de las corrientes de izquierda -que responde a una visión sindicalista de la universidad y del movimiento estudiantil-, debilita esta lucha. Desde esta perspectiva nos posicionamos contra el modelo del intelectual-técnico, que separa la actividad científica de la discusión y la actividad política, y presiona hacia el carrerismo dentro de la Academia; pero también nos enfrentamos contra los que se plantean como intelectuales-autónomos, que desde su “Torre de Marfil” se reservan el lugar de la crítica sin comprometerse con algún proyecto político. Nosotros nos proponemos alentar una intelectualidad marxista, militante, orgánica a la clase obrera, que se niegue a producir conocimiento como una actividad burocrática y desprovista de todo sentido más allá de la propia carrera. Obviamente, la tarea de conformar una intelectualidad marxista no será un proceso sencillo y estamos lejos de pensar que depende únicamente de nuestro esfuerzo. Sin embargo, lo que sí depende de nosotros es la entusiasmante tarea de la preparación teórica, la polémica y la discusión política para desarrollar una perspectiva revolucionaria en un sector de intelectuales y estudiantes que quiera, junto a los trabajadores, hacer realidad la idea marxiana de que la teoría se transforma en fuerza material cuando es tomada por las masas. En este camino, nos declaramos enemigos de la ideología de la resignación, y buscamos romper con el “transformismo” de los intelectuales que en su juventud fueron críticos y luego renunciaron a toda apuesta superadora del capitalismo y abrazaron la democracia burguesa como el único horizonte posible, entregándose de pies y manos a los distintos proyectos de los políticos radicales y peronistas. Quienes impulsamos el primer numero de esta revista, nos proponemos salvar al marxismo del lugar como “pieza de museo”, al que lo quiere condenar la academia. Por eso, vemos la necesidad de reafirmar y poner al día las ideas del marxismo, de tensionarlo en debate con las ideas imperantes de nuestro tiempo, que se resignan frente a la “miseria de lo posible”, pero también polemizando con distintas estrategias de las organizaciones políticas que pretenden transformar la realidad.
El disloque de la intelectualidad K
Durante la disputa “campo – gobierno”, llamó la atención el florecimiento de pronunciamientos de intelectuales sobre la vida política, dando lugar a una verdadera “conmoción intelectual”. Mientras las patronales agrarias fueron acompañadas fundamentalmente por los grandes grupos multimedios -fortalecidos durante el kirchnerismo-, y por las “plumas” de personalidades como la de Beatriz Sarlo, lo destacado fue el apoyo que logró reunir el Gobierno de un importante número de intelectuales del “progresismo”, que se expresó con su adhesión a la Carta Abierta/1, y cuyos principales referentes fueron el sociólogo y director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, el recientemente fallecido Nicolás Casullo, y periodistas como Horacio Verbitsky y José Pablo Feinmann. Para justificar su apoyo, estos intelectuales no tuvieron reparos en disfrazar dicho conflicto y hacerlo pasar por una “lucha contra-hegemónica” contra la derecha neoliberal; y señalaron al Gobierno como el “autor de reformas en la distribución de la renta y estrategias de intervención en la economía”. Pero lejos de todo ello, este Gobierno no sólo no modificó en nada la herencia social y económica de los ´90, sino que para salir de la debilidad en que se encuentra, promovió una agenda política que busca conformar a los sectores empresarios más concentrados y al capital financiero internacional. Los intelectuales K caen presos de la “trampa” que ellos mismos advierten, la del disloque entre “las acciones y los símbolos”, y siguen insistiendo con recubrir al Gobierno con ropajes “populares”.
Por ello, el debate ideológico y cultural que hay entre la derecha y los intelectuales K no es más que una lucha entre dos conformismos, el tradicional y un “nuevo conformismo”, ambos totalmente comprometidos en defender el status quo. Pero combatiendo ambas posiciones, desde En Clave ROJA formamos parte de los impulsores de la declaración “Ni con el Gobierno, ni con las entidades patronales del Campo”, una posición alternativa a cómo se venía constituyendo una “falsa polaridad” en el campo intelectual, universitario y cultural, y que reunió la firma de 600 intelectuales, profesionales y personalidades de la cultura planteando la necesidad de una salida independiente de los trabajadores frente a los dos bandos capitalistas. Entre los intelectuales más importantes que adhirieron a la declaración se encuentran los historiadores Alberto Plá (recientemente fallecido) y Pablo Pozzi, los sociólogos Christian Castillo y Pablo Bonavena y escritores como Andrés Rivera y Martín Kohan, entre otros.
La UNLP y los “intelectuales tradicionales”
La “conmoción intelectual” parece no haber tocado las puertas de nuestra Universidad. Podría resultar extraño que en La Plata puedan ser contados con los dedos los intelectuales y personalidades que se pronunciaron frente a la crisis nacional. Veamos.
En la UBA, para tomar una referencia, el kirchnerismo tiene un peso institucional muy importante. Tiene peso en decanatos de facultades y en el Rectorado, numerosas cátedras y publicaciones. La defensa del Gobierno que realizaron estos representantes del establishment de la academia en su versión progresista, también se explica entonces porque pronunciarse a su favor es muy “rentable” ya que permite mantener y conquistar nuevos espacios de poder en cátedras, centros de investigación, mayor número de becas, dedicaciones exclusivas, fondos, etc.. A su vez, este debate promovió que cientos de docentes, jóvenes investigadores e intelectuales tomaran partido, se movilizaron y rompieran el silencio al que están acostumbrados en su ambiente academicista, muchos de ellos con el Gobierno, pero también un sector que se puso a la izquierda del mismo, dispuesto a discutir una salida a la crisis por fuera de las variantes capitalistas.
En cambio, en la UNLP el gran peso lo tiene “el campo”, y sus palancas fundamentales siguen en manos del radicalismo más rancio que encontró entre sus paredes un refugio al 2001, al que pertenece el Rector Gustavo Azpiazu. Pese a que dentro del rectorado ocupan un lugar importante algunos miembros históricos del PJ provenientes de la Facultad de Periodismo, y en otras facultades como Bellas Artes o Humanidades dirigen otros sectores cercanos al peronismo, el kirchnerismo ocupa un lugar mucho más marginal institucionalmente. Entonces, vaya “paradoja” nos encontramos con que los “nacionales y populares” y los radicales defensores de la oligarquía, aquí relegan su disputa nacional y son fuertes aliados (¡!). Esta unidad entre ambos sectores impone un “clima” conformista, rutinario y conservador que desalienta el debate desde las facultades. Entonces, el rol que juega el kirchnerismo en La Plata de sostén directo de las camarillas radicales, hace que ningún sector de los intelectuales, docentes e investigadores que son parte de la privilegiada academia vea la necesidad de “tomar partido”, así más no sea por uno u otro bando capitalista.
Esta Universidad moldea a cientos de jóvenes investigadores y docentes para que no hagan otra cosa más que carrerismo individual dentro de la academia, producción de papers, presentaciones de ponencias en Congresos vacíos; todo bien lejos de los grandes problemas y las discusiones de la realidad nacional, perpetuando así el modelo de “Universidad Isla”. Y por lo tanto el modelo de intelectual o profesional que se promueve y se va construyendo en La Plata es el de un intelectual tradicional, como diría Gramsci, un tecnócrata, conocedor de los mejores
medios para fines determinados, que no discute política ni presenta objeción alguna al momento de vender sus conocimientos, ya de por sí muy parcializados, al servicio de las distintas instituciones del Estado o de las empresas.
No es casualidad entonces que desde la Facultad de Humanidades, entre tantos otros convenios precarizadores que se acuerdan con distintas entidades públicas y privadas, utilizando a los estudiantes como “mano de obra barata” y a los Departamentos como “agencias de trabajo”, se firme un convenio para que estudiantes avanzados de Sociología y Cs. de la Educación entren como pasantes a la empresa MAFISSA… Sí, la misma empresa MAFISSA conocida por ser responsable de la desaparición de 15 trabajadores durante la dictadura, y que hoy bajo los mismos dueños de apellido Curi, despidió a 160 trabajadores para acabar con su organización de base. Esta imperdible “propuesta laboral” tiene como objetivo “realizar tareas de coordinación e implementación de varios proyectos de comunicación interna”. Vaya eufemismo para referirse a los intentos patronales de aumentar el control sobre los trabajadores luego de un conflicto tan duro.
“Desde el Marxismo” es nuestra trinchera de combate contra todas las ideologías de la resignación. Nos proponemos reconstruir el marxismo revolucionario y por ello batallamos en el
campo de las ideas con la perspectiva de poner en pie una nueva generación de estudiantes e intelectuales que combata por las ideas del marxismo, y luche por la transformación revolucionaria de la universidad y de la sociedad en su conjunto.
INDICE. REVISTA DESDE EL MARXISMO N° 1.
LA PLATA. OCTUBRE 2008
* Poner el Marxismo a la Ofensiva- Federico Rotelle
* Añorando un capitalismo incluyente, una polémica con las ideas de Maristella Svampa- Ezequiel Castro
* Debate sobre el conflicto agrario/ Saltando la tranquera, un debate con el PCR-CEPA- Guillermo Crux
* Debate sobre el conflicto agrario/ Qué quiere decir ni con el campo ni con el gobierno, debate con la Campaña Contra el Hambre y la Inflación- Guillermo Crux
* Dossier: El Capitalismo no va más:
-“Tenemos que prepararnos para acontecimientos convulsivos”- Entrevista a Christian Castillo
- Una Crisis sistémica, global y de larga duración- Entrevista a Michel Husson
- Alcance y rumbo de la crisis financiera. Grandes peligros, grandes posibilidades -Entrevista a François Chesnais
* Qué hacer con la industria de las ideologías -Daniel Pérez y María Eugenia Mauregui, ContraPrensa en la conducción del Centro de Estudiantes de Periodismo
* El Arte y el Mercado: ¿una relación armónica o incompatible? Martín Yañez y Cecilia Gargano
* ¡Esta no es nuestra Asamblea! Con esta reforma avanza la LES- Declaración de En Clave Roja
* "Proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección." Discurso de Gerardo Ordóñez en la Asamblea Universitaria
* Parábola de Buda sobre la casa en llamas. Bertolt Brecht
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