Bastó que se conociera el texto del proyecto K de movilidad jubilatoria para que se pusiera más al descubierto la estafa que denunciamos en el anterior número de Prensa Obrera.
"La movilidad de las jubilaciones está condicionada a lo que pase con la recaudación total del Sistema de Seguridad Social y a la evolución del padrón de beneficiarios. Así, el incremento de los haberes sólo se aplicará si la recaudación por jubilado de la Seguridad Social (por contribuciones, aportes e impuestos) sube más que el índice de movilidad. De lo contrario, los haberes se reajustarán por lo que aumentó la recaudación por jubilado. Ese límite figura en la fórmula de actualización de los haberes que, en la práctica, constituye un tope frente a la eventualidad de que los salarios aumenten y los ingresos de la Anses se estanquen o disminuyan" (Clarín, 1/8).
Para hacerlo más claro, Clarín da un ejemplo: "Si los salarios aumentan un 10% y los ingresos por impuestos un 8%, el Índice de ajuste debería ser 8,6%. Pero si los ingresos totales subieron el 2%, el ajuste sería del 2,06%, según los cálculos del especialista Guillermo Jáuregui. En el caso hipotético de que no aumente la recaudación total, no habría ningún ajuste porque el resultado del índice sería cero".
¡Qué tal! Con esto, el kirchnerismo prorroga la vigente ley de Solidaridad Previsional de Menem y Cavallo, que condicionó todo incremento de las jubilaciones a la marcha del Presupuesto.
La movilidad automática de las jubilaciones consiste justamente en que no esté condicionada a ninguna otra cosa porque en ese caso queda anulada. Ya la movilidad tiene el condicionamiento o la trampa de que el cálculo de la evolución de los salarios está en manos del Indec, con un índice que combina sueldos en blanco, sueldos públicos nacionales y provinciales y sueldos en negro. Tampoco es automático porque se aplicaría cada seis meses. En períodos de alta inflación, como en los que ya estamos, implica pérdidas en la jubilación del 10 ó 15% dentro del semestre.
Condicionar la movilidad a los ingresos totales por beneficiario de la Anses tiene más implicancias. Porque esos ingresos dependen del pago por parte de los patrones de sus aportes y de las retenciones que le hacen a los trabajadores y de la magnitud del trabajo en negro. También de las rebajas de los aportes patronales que puedan aplicar los distintos gobiernos de turno. Por ejemplo, Cristina y Tomada prorrogaron este año la reducción de las cargas patronales a las llamadas Pymes, lo que significa una pérdida de recaudación de la Anses del orden de los 250 millones de pesos por año. Por último, de la marcha de la recaudación impositiva que también depende de los patrones y de los diferimientos o exenciones impositivas que el Estado capitalista apruebe para determinados grupos económicos.
La movilidad tiene que ser automática por un índice de inflación real que esté bajo la supervisión de trabajadores y jubilados, para que no haya trampas. Porque que el poder adquisitivo o de compra de las jubilaciones se mantenga, mejore o caiga depende del costo, y no de impuestos o aportes que deben depositar los patrones en la Afip.
Otra estafa tiene que ver con los docentes e investigadores científicos. El gobierno no está aplicando el 82 ó 85% móvil y ya adelantó que va a seguir sin aplicarlo. Por supuesto, Hugo Yasky no abrió la boca ni la va a abrir porque eso es lo que viene pasando hasta ahora, a pesar de que la Corte Suprema declaró la constitucionalidad y vigencia del 82 y 85% móvil. Yasky es tan inútil y traidor a los trabajadores (y tan útil y leal al Estado capitalista) que ni siquiera puede hacer cumplir con la disposición de una ley aprobada por el Congreso y ratificada por la Corte Suprema.
Otro dato del proyecto se refiere a las sentencias. El texto dice que, a partir de la aprobación de la ley, los ajustes dispuestos por las sentencias judiciales se pagarán de acuerdo con la nueva movilidad y no de acuerdo con lo que estipulan los fallos. Los abogados entienden que la ley no puede desconocer lo que resuelva la Justicia.
Diego Diéguez
Prensa Obrera
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