Por Violeta Bruck (Contraimagen)

La Muestra DOCA 2008 finalizó con gran asistencia de público y la proyección de más de 130 documentales de realización independiente, con diversidad temática y estética.

Los debates con el público, los invitados y las temáticas rompieron con la lógica del “entretenimiento” cinematográfico para abrir las puertas a una producción audiovisual que incita a la reflexión y a buscar la interacción con su público. Como plantea Claudio Remedi, documentalista y presidente de DOCA: “un balance 100% positivo. Hay que tener en cuenta que fue una muestra que se propuso lanzar por primera vez en la historia una revista de cine documental, traer a compañer@s de las provincias, a los realizadores… porque se fueron sumando películas de socios y de documentalistas independientes... Es decir que fue una muestra ardua, compleja, que creció y una vez más demostramos que el documental tiene un espacio y la sociedad desea ver films de fábricas ocupadas, de problemática ambiental, de género, en síntesis, de experiencias sociales transformadoras. Y todo fue posible gracias al esfuerzo militante de los integrantes de DOCA, que paliaron la falta de difusión tradicional.”

La presencia de Fernando Birri apoyando la iniciativa de DOCA, y de Elena Varela documentalista chilena perseguida y encarcelada (actualmente en prisión domiciliaria) por filmar las luchas del pueblo mapuche, fueron dos momentos claves. “Son presencias que marcan el perfil político de la Asociación. Por un lado la entereza, la coherencia de Fernando Birri, fundador del documentalismo crítico en nuestro país. Que se presenta como un igual, como un integrante más de DOCA, con sus jóvenes 83 años y que se suma a una propuesta nueva, colectiva, de promover un gran documental anónimo y colectivo que retome la búsqueda del Tire Dié de 1958. Sobre Elena... sin palabras. Los documentalistas siguen siendo perseguidos y asesinados. Traerla a pesar de las trabas legales que impuso Chile fue un logro que demuestra que colectivamente muchas cosas son posibles. Esto es sólo el principio.” Planteó Remedi del Grupo de Boedo film en la entrevista que realizamos. Desde Contraimagen presentamos catorce trabajos documentales. Las luchas de los Mineros del Turbio, Mafissa, la lucha por la aparición con vida de Lopez, la comuna de Oaxaca… La historia de las Revolución Española y “Ellos se Atrevieron”, la historia de la Revolución Rusa que contó nuevamente con gran público.

A su vez las producciones de Contraimagen Bolivia fueron parte de la importante función dedicada a esta temática. Nuestros documentales mostraron el proceso de lucha y organización de los trabajadores en el Alto y el grupo boliviano Videourgente presentó su trabajo sobre los últimos enfrentamientos con la derecha en Santa Cruz. En el debate posterior integrantes de ambos grupos destacamos juntos la lucha del pueblo boliviano y una crítica al camino de pactos y concesiones que comenzó Evo Morales.

Otra jornada destacada tuvieron los trabajadores de Zanon, con una muestra especial de documentales y un debate con la presencia de obreros ceramistas, con Victorio De Leonardis realizador de Contraimagen/Ojo Izquierdo y los realizadores del film “No Retornable”, nuevamente ante un concurrido público. Damian Parisotto, realizador de “No Retornable” nos planteó: “Durante la charla viví lo mismo que todos los presentes: la emoción de estar frente a un compañero de Zanon y tener la posibilidad de ponerme al tanto sobre lo que se está viviendo actualmente en la fábrica, a través de su relato. También rescato el haber podido reencontrarme e intercambiar palabras con compañeros realizadores sobre nuestra visión y nuestro trabajo sobre los compañeros ceramistas.” En cuanto a la utilidad y repercusión de las producciones audiovisuales sobre Zanon, creo que nada mejor que las palabras de Cristian, trabajador de la fábrica, diciendo que estas peliculas “movían la fábrica” a cualquier sitio para mostrar su experiencia. Ese es el valor y la finalidad que tienen estas obras, el que los compañeros cuenten con una herramientas más para continuar y fortalecer su lucha.”

Durante quince días el espacio del cine se transformó, abrió sus puertas a la producción independiente y a la interacción entre realizadores, protagonistas y público. Con una difusión a pulmón, y a pesar de las permanentes trabas burocráticas de las autoridades del INCAA, el nuevo cine documental se instaló en la sala y recibió un caluroso apoyo. El camino de DOCA para difundir y ampliar la producción documental, y establecer lazos de solidaridad y colaboración entre realizadores continúa con más fuerza y más desafíos por delante.